Por Shreya Srinivasan — NBC News Los productos lácteos podrían estar interfiriendo en sus sueños. Un estudio publicado este martes en la revista Frontiers in Psychology investigó los hábitos de dormir de las personas, en particular sus sueños, y los comparó con la alimentación. ¿Qué concluyó la investigación? Cuanto peores eran las reacciones de intolerancia a la lactosa de las personas estudiadas, más intensas eran sus pesadillas. El estudio parece ofrecer algunas respuestas a las preguntas planteadas en una investigación de 2015 que analizó cómo los alimentos afectan los sueños. “En el estudio anterior, las personas culparon al queso todo el tiempo por sus malos sueños”, dijo Tore Nielsen, profesor de psiquiatría de la Universidad de Montreal y coautor de ambas investigaciones. “Por eso creo que en este estudio obtuvimos mejores respuestas al respecto”. En el estudio participaron poco más de 1,000 personas. Aquellos que reportaron síntomas gastrointestinales graves por su intolerancia a la lactosa dijeron tener pesadillas más fuertes. A lo largo de dos meses, se monitoreó la frecuencia de los malos sueños, el nivel de angustia que causaban, cuánto interferían en las actividades diarias y su duración. En la mayoría de los casos, los participantes achacaron sus pesadillas a los lácteos y los dulces. Los participantes realizaron la encuesta como parte de una clase de introducción a la Psicología. Por este motivo, es posible que los resultados no sean aplicables a la población en general. Aun así, tanto los investigadores como expertos independientes afirman que existen explicaciones plausibles de por qué comer queso antes de acostarse puede provocar pesadillas. Los síntomas de ansiedad que acompañan a la intolerancia a la lactosa podrían estar provocando más pesadillas, según Nielsen. Marie-Pierre St-Onge, directora del Centro de Excelencia para el Sueño del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, indicó que las alteraciones del sueño causadas por problemas gastrointestinales podrían explicar esta relación. “Si tienes problemas gastrointestinales, eso podría explicar gran parte de lo que ocurre con las alteraciones del sueño, que podrían estar asociadas a sueños diferentes”, contó St-Onge. Patrick McNamara, profesor asociado de neurología de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston, que estudia el cerebro y el sueño, afirmó que ingerir un alimento que active la intolerancia a la lactosa puede causar “microdespertares” que alteren la calidad del sueño y den lugar a pesadillas más intensas. Sin embargo, tanto McNamara como los autores del estudio advirtieron que también podrían influir otros factores no relacionados con los síntomas gastrointestinales. Nielsen dijo que se necesitan más investigaciones sobre la relación entre los lácteos y los sueños. Russell Powell, coautor del nuevo estudio y catedrático emérito de psicología de la Universidad MacEwan en Alberta, aseguró que planean reproducir los resultados en otros grupos. Aun así, la gente puede analizar su propia dieta y tomar decisiones sobre qué aspectos cambiar, afirmó añadió Nielsen. Estas medidas no necesariamente requieren ayuda de un médico.