Por Rob Wile — NBC News En la semana posterior al anuncio de aranceles del presidente, Donald Trump, lo que él llamó El Día de la Liberación, parecía que el mercado bursátil había visto un fantasma. En los siete días después de su anuncio del 2 de abril, el S&P 500 perdió más del 12%, una caída que no se suele ver fuera de eventos extremos como la pandemia del COVID-19 y la crisis hipotecaria de 2008. Ese mismo período del mes pasado también registró la quinta peor caída porcentual en dos días desde la Segunda Guerra Mundial. Los rendimientos de los bonos del Gobierno también comenzaron a subir de forma constante, encareciendo los préstamos para Estados Unidos, en medio de indicios de que tanto la sustancia como la errática implementación del plan arancelario de Trump estaban poniendo a prueba la confianza de los operadores en la capacidad del país para realizar los pagos puntuales de su deuda. Las acciones de todo el mundo también vivieron ventas masivas. “Abril fue un mes absolutamente sísmico en los mercados financieros, ya que el anuncio de los aranceles recíprocos de Estados Unidos provocó una enorme ola de ventas global”, declararon el jueves analistas de Deutsche Bank en una nota a sus clientes. “Los movimientos iniciales fueron verdaderamente históricos por su velocidad”. Con los mercados bursátiles y de bonos en alerta roja, Trump redujo algunos de sus aranceles el 9 de abril, lo que desató la euforia entre los inversores. Tras anunciar una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos para los países que no toman represalias, el S&P registró su mejor rendimiento diario en casi 17 años, con una ganancia del 9.5%. Al mismo tiempo, la ola de ventas de bonos del Tesoro se estabilizó. Ahora, 32 días después del histórico discurso en el Jardín de las Rosas, las acciones han experimentado una sorprendente recuperación, con el mercado en general volviendo en gran medida a donde se encontraba cuando se anunciaron los aranceles del ‘Día de la Liberación’. La volatilidad en los costos de endeudamiento público también se ha estabilizado. Las ganancias son relativas: las acciones se mantienen aproximadamente un 6% por debajo de sus niveles previos a la investidura. Sin embargo, algunas empresas de primera línea como Apple siguen con dificultades. Las acciones del fabricante del iPhone han bajado más de un 20% desde su máximo histórico del invierno pasado, aunque en parte por razones ajenas a las políticas del presidente. Tesla, dirigida por Elon Musk, un aliado cercano de Trump, todavía está un 40% por debajo de su máximo de diciembre. Sin embargo, la recuperación general ha sido significativa. Los ocho días hábiles hasta el jueves de la semana pasada registraron la mayor ganancia para el S&P 500 desde noviembre de 2020, cuando los mercados mostraron sus primeras señales de recuperación tras las graves consecuencias de la pandemia de COVID-19, de acuerdo con el Dow Jones. Y con el cierre del viernes, el índice registró su racha ganadora más larga en 20 años. Diversos expertos afirman que la recuperación se ha visto impulsada por la suavización del tono de Trump respecto a los aranceles y la aceptación por parte de los inversores de que, independientemente de lo que diga el presidente, los aranceles han llegado para quedarse, de una forma u otra. “Los mercados se están adaptando a la situación de los aranceles y se preguntan: ‘Bueno, esto ya pasó, ¿y ahora qué hacemos al respecto?’”, afirmó Roxanna Islam, jefa de investigación de VettaFi, una plataforma de gestión de activos. “La gente está empezando a mirar más hacia adelante que hacia atrás”. [Trump minimiza los temores de que haya una recesión y dice que EE.UU. estará “bien” a largo plazo] Si los flujos de dinero hacia un popular vehículo de inversión de bajo costo sirven de indicio, la recuperación ha sido liderada por los llamados inversores “minoristas”, compradores oportunistas más propensos a realizar operaciones diarias en el mercado. Este grupo contrasta con los inversores a largo plazo, como los titulares de planes 401(k) o las grandes instituciones, que suelen adoptar una visión de inversión más mesurada y a largo plazo. El grupo de inversión Vanguard, que gestiona vehículos de inversión conocidos como fondos cotizados en bolsa (ETF), aseguró que los inversores alcistas, o compradores netos de acciones, superaron a los bajistas (vendedores netos) en una proporción de casi 4 a 1 entre los inversores autónomos. El ETF de Vanguard registró una entrada de 21,000 millones de dólares el mes pasado, la mayor en sus 15 años de historia y la quinta mayor cantidad mensual jamás captada por un fondo, según informó Bloomberg News. “Sería simplista decir que se trata solo de inversión minorista, pero en gran medida así ha sido”, afirmó Steve Sosnick, estratega jefe del grupo financiero Interactive Brokers. El auge de la inversión minorista surgió durante la pandemia, cuando los operadores intradías recurrieron a la inversión en mercados en medio de los cierres nacionales. Esta tendencia se hizo conocida por impulsar el frenesí en acciones de memes como GameStop y Bed Bath & Beyond, que experimentaron intensos incrementos de precio en medio de la especulación en línea sobre la recuperación de las empresas. La era de las acciones meme prácticamente ha terminado, pero el impulso de “comprar en las caídas” —la frase popular que se usa para describir cuando los inversores apuestan a que los precios de las acciones subirán después de una caída— persiste, afirmó Sosnick. “Creo que el elemento clave ha sido la inquebrantable fe de los inversores estadounidenses en que cada caída es una oportunidad de compra”, afirmó. “Y si suficientes inversores tienen esta fe, puede hacerse realidad”. La recuperación sigue siendo extremadamente frágil. Las acciones son muy sensibles a cualquier indicio de acuerdos comerciales, especialmente con China, que fue excluida de la pausa arancelaria inicial de Trump. Tan recientemente como el viernes, las acciones subieron tras un informe del Wall Street Journal que indicaba que China estaba dispuesta a abordar las preocupaciones de Trump sobre su papel en la crisis del fentanilo como punto de partida para que ambas partes suavizaran su disputa comercial. Y el panorama económico general sigue siendo incierto. A pesar del sólido informe de empleo del viernes, otros indicadores sugieren que la economía se está desacelerando. El crecimiento económico fue negativo durante los primeros tres meses del año, y si bien gran parte de ello se debió al aumento de las importaciones, ya que las empresas buscaban anticiparse a los aranceles, el gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la economía, cayó a un aumento trimestral del 1.8% tras haber aumentado un 4% en el cuarto trimestre del año pasado. [Los aranceles de Trump pueden encarecer fuegos artificiales del Día de Independencia] El informe de empleo del viernes también mostró que la duración promedio del desempleo está aumentando y el crecimiento del salario por hora se está desacelerando. Las empresas también están reduciendo sus previsiones financieras para el año, o retirándolas, a la espera de una mayor claridad sobre el impacto de los aranceles de Trump. Como resultado, el sentimiento general de inversión sigue siendo a la baja, según la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII), cuya encuesta regular mostró recientemente que las expectativas de caída de los precios de las acciones en los próximos seis meses aumentaron 3.7 puntos porcentuales, hasta el 59.3%. “El sentimiento a la baja es inusualmente alto y supera su promedio histórico del 31.0% por vigésima segunda vez en 24 semanas”, afirmó la AAII. “Este sentir ha superado el 50% durante 10 semanas consecutivas, el período más largo por encima del 50% en la historia de la encuesta”. Incluso para quienes no tienen exposición directa al mercado bursátil, el sentimiento negativo puede afectar a la economía en general, afirmó Mark Hamrick, analista económico sénior de Bankrate.com. “Esos titulares negativos afectan más allá de quienes tienen una participación específica en el mercado”, añadió. También hay indicios de que la tendencia a vender productos estadounidenses persiste, según Bob Elliott, director ejecutivo del grupo de inversión Unlimited Funds, quien señaló en una publicación el viernes que el valor del dólar estadounidense se mantiene muy por debajo de su nivel justo antes del anuncio arancelario de Trump el 2 de abril, mientras que el oro y las acciones extranjeras han superado a las acciones estadounidenses. Se ha producido una rotación hacia afuera de Estados Unidos, incluso con datos mejores de lo esperado, añadió Elliott. En resumen, queda por ver cómo evoluciona el mercado a partir de ahora. “Aún es pronto”, dijo Islam. “Aún hay mucha incertidumbre”.