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Dentro de México ya se construyó un muro para frenar a los inmigrantes

La construcción de la compañía Ferrosur intenta impedir que los inmigrantes se suban al tren conocido como La Bestia.

aunque méxico y medio mundo se ha pronunciado contra el proyecto de donald trump de construir un muro a lo largo de toda la frontera que separa a estados unidos de su vecino del sur, en el propio méxico ya existe una obra parecida y con similar propósito.

se encuentra en una localidad llamada tierra blanca, en el estado de veracruz.

el dolor de la madre de niña baleada en "la bestia"

en 2013 la empresa ferrosur, perteneciente al grupo méxico, ganó la licitación para operar por 100 años una red de dos mil seiscientos kilómetros de vía, la más extensa en el sistema ferroviario mexicano, y comenzó la edificación de un muro en la zona conocida como la y de tierra blanca.

el propósito del muro sería preservar la seguridad y garantizar el derecho de vía, pero muchos saben que hay un interés no menos importante: intentar cortarle el paso a los miles de migrantes que atraviesan por esa zona del país en busca de los estados del norte.

son estas personas, principalmente, las que se han visto afectadas. la compañía considera que estos individuos se aprovechan del patio de maniobras y entorpecen el movimiento de los trenes  para subirse a ellos, “poniendo en riesgo”, según un documento hecho público por el diario milenio, “su integridad física y la operación ferroviaria”.

estos son los principales obstáculos que enfrenta el muro de trump en la frontera

de manera que son muchas las voces que se han alzado contra esta construcción que sirve, en teoría, para evitar robos en la infraestructura de la empresa ferroviaria, pero que muchos han llamado “el muro de la vergüenza”.

esta obra construida en tierras federales mexicanas que divide categóricamente en dos a la ciudad y estaría además bloqueando el paso de agua y aire, en una zona que cuantifica temperaturas superiores a los 40 grados celsius en pleno verano.

"se nos hace una laguna cuando es tiempo de agua”, se queja marisela trujano, una de las habitantes en la zona cercada por un muro que mide de cuatro a cinco metros de altura.

es por ello que se habla de dos bandos de afectados, los inmigrantes, esos a los cuales se les dificulta no solo subirse en el tren conocido como la bestia, cuando este reduce la velocidad y emprende maniobras en la zona del patio, sino también los habitantes de tierra blanca.

hasta hace unos años, muchos migrantes que habían tomado los trenes para penetrar en territorio mexicano se bajaban en tierra blanca para reponer fuerzas, gracias a la ayuda que todavía les presta el albergue decanal guadalupano. sin embargo, desde que está el muro, el acceso a esta humilde casa se ha visto cortado.

según declaró elizabeth rangel, una de las personas que les dan de comer a los extranjeros que andan de paso por veracruz, “el muro no detiene la inmigración; está ahí haciendo más palpable las dificultades que se encuentran los migrantes en el camino hacia estados unidos”.

"¿qué es más importante -se pregunta rangel- la vida de una persona o la economía y las mercancías?".

sin embargo, no todos los habitantes de tierra blanca se oponen al muro que limita el desplazamiento de quienes pretenden llegar a estados unidos.

esta semana circuló en las redes sociales una imagen de una pintada realizada precisamente encima de otro muro en la que, con la firma de pueblo en general, se insta a los inmigrantes a abandonar el pueblo.

“amigo migrante -puede leerse-: te informamos que tienen prohibido quedarte en esta población, así como circular por sus calles en busca de ayuda, por lo que debes seguir tu camino. evita ser reportado. atentamente. pueblo en general”.

no hay indicios de cuántos habitantes de tierra blanca suscriben este triste llamado, lo cierto es que la sociedad local está dividida, y no solo por el muro que supuestamente protege la mercancía de los trenes.

mientras, quienes no han dejado de ayudar a los migrantes tienen algo muy claro:

“hay una incongruencia -concluye rangel-, nos estamos quejando de un muro, cuando estamos construyendo otros muros”.