miami. - cariñosamente le llaman “caos organizado”. se trata de esas horas de estrés durante las cuales el personal de la casa blanca debe hacerse de las últimas pertenencias del presidente saliente y de su familia, para encaminarlas hacia su nueva morada.
estamos hablando, por supuesto, tanto de los libros o los cuadros de la familia, como de la ropa y hasta del cepillo de dientes. ¡todo!
esto ocurre el mismo día en que ambos presidentes, el que llega y el que se despide, se dirigen al capitolio, no muy lejos de allí. en total serían unas cinco horas para hacerlo todo, dejando la residencia completamente lista, amueblada y limpia.
mudanza de la casa blanca en 2006, foto de ap
por razones de privacidad y seguridad, sólo los 93 miembros del personal de la casa blanca participan en este proceso. con varias semanas de antelación, a cada persona se le asigna una tarea determinada, que va desde sacar las cajas al jardín, ubicar bien los muebles que llegan o incluso controlar el ascensor a lo largo del día para evitar cualquier atraso.
también hay personal para limpiar, pintar las paredes y cambiar los colchones de las camas. las pertenencias del presidente saliente son cargadas en una furgoneta y transportadas hasta un avión militar de carga que se ocupa de trasladarlas hacia la nueva residencia del ex presidente, en caso de que este decida vivir -como casi todos han hecho- en otra ciudad del país.
pero el proceso de mudanza por lo general ya ha estado en marcha durante un tiempo, por lo que ese 20 de enero solo hay un último camión por habilitar. ahora sí, lo más arduo de la jornada será el proceso de montaje del nuevo mobiliario, la pintura de las paredes y la limpieza general.
¿por qué la casa blanca es blanca?
de acuerdo con la ex-empleada nancy mitchell, los más de 90 miembros del equipo de la casa blanca, más unos 40 que laboran en las áreas aledañas, se reúnen al final con la familia saliente para decirles adiós y obsequiarles una de las banderas que flameó en la residencia durante su mandato.
mientras tanto, la nueva familia ya se ha ocupado de remitir sus pertenencias a washington dc, de donde serán colocadas, catalogadas e inspeccionadas en un almacén en maryland.
para entonces el personal de la casa blanca y el entorno del nuevo presidente ya han tenido suficientes encuentros para conversar sobre temas que van desde cómo deberá ser decorada, arreglada y equipada la residencia, hasta el tipo de flores que desean (los reagan, por ejemplo, gustaban de las peonías) o la mismísima marca de champú que la familia prefiere.
en la memoria colectiva ha quedado que en 1977 hubo que habilitar uno de los dormitorios para instalar una sala de juegos para amy carter, que entonces tenía 10 años. los carter no hicieron grandes innovaciones en el mobiliario; rosalynn solo se trajo su máquina de coser.
los lujos que trump no tendrá en la casa blanca
también se recuerda que cuando en 2001 george y laura bush se mudaron, decidieron usar los muebles que la casa blanca conserva en sus almacenes, y solo le agregaron una cómoda como mueble personal. antes, en 1981, los reagan sí le dieron trabajo al equipo de la residencia pues habían vendido su casa en california, por lo que se trajeron sus propios muebles.
personal de mudanza hace cambios en el despacho oval durante la toma de posesión de clinton, en 1993. foto de getty
cosa curiosa: cuando los clinton abandonaron la casa blanca, varios artículos propiedad de la institución fueron empacados por error y enviados a nueva york. obviamente, en breve tuvieron que ser devueltos.
en cuanto a los artículos pequeños, se recuerda que tanto barbara bush, como hillary clinton sufrieron sus contratiempos pues la ropa que necesitaban utilizar el día de la juramentación fue colocada en el lugar indebido.
la casa blanca, según trump o clinton
en enero de 2001, además del personal de la residencia, algunos amigos de arkansas ayudaron a la familia clinton, lo que tal vez fue razón para que no se hallaran los zapatos y el vestido que hillary pensaba ponerse. los zapatos fueron finalmente encontrados en la parte inferior del nuevo armario del chelsea.
mudanza de los clinton en 1993. foto de getty
en cuanto a la esposa de bush (padre), se recuerda que, en enero de 1993, mientras empaquetaba las pertenencias de la familia, decidió separar un grupo que ya no deseaba para que el personal de la casa se lo rifara.
de ahí que la ropa que había separado para la ceremonia de toma de posesión de clinton -el presidente entrante- se confundió con la ropa para regalar y ya había sido compartido por tres miembros del equipo personal.
normalmente, el día de la inauguración del mandato, el equipo de la casa blanca espera que el presidente saliente parta para el capitolio para acometer las últimas labores lo más rápido posible, de manera a que cuando llegue la familia del nuevo presidente ya todo esté listo.
empleados de mudanza trasladan las pertenencias de los obama al barrio kalorama de washington.
pero no siempre ha ocurrido de esa manera. en 1989, algunos de los nietos de bush -incluidas las hijas jenna y barbara, hijas de george, quien luego sería presidente- tenían frío y estaban aburridos durante el desfile, por lo que fueron llevadas a la casa blanca antes de lo previsto. entonces el ujier principal tuvo que distraerlas, mostrándoles la bolera y la tienda de flores.
28 años después, en la carta que jenna y barbara les enviaron a malia y sasha obama, contaban que la floristería de la casa blanca les había dado un curso acelerado sobre arreglos florales, gracias al cual pudieron decorar el nuevo dormitorio de sus abuelos.
cuando una parte de la casa blanca ardió en llamas
ese mismo florista más tarde prepararía las flores para la boda de jenna.
mientras que el foco principal se dirige a la residencia privada, el personal de la casa blanca también realiza cambios en el despacho oval y en las fotos que se colocan fuera del gabinete presidencial.
habitualmente, la oficina donde labora el presidente sufre unos ligeros toques personales, a modo de fotos de la familia o algunos adornos, aunque, de desearlo el mandatario, también se pueden cambiar los decorados enteros, las alfombras, los cuadros y los muebles.
algunos presidentes han cambiado esta habitación el mismo 20 de enero, mientras que otros han optado por hacer esta transición varios meses más tarde.
por último, cierta tradición dice que el presidente saliente le debe dejar una nota escrita a mano al mandatario que llega, dentro de uno de los cajones de su escritorio. la más célebre de estas misivas exclusivamente personales fue la que en 1989 ronald reagan le dejó george hw bush.